Huesca, la provincia con mayor número de cultivos transgénicos

Según la estimación de la superficie total de variedades de Organismos Modificados Genéticamente, recientemente publicada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, durante 2013 se han dedicado al cultivo de maíz BT en España, 136.962 ha, lo que supone un 18% más que en la campaña pasada. Por lo tanto, sigue aumentando la superficie de cultivos transgénicos en nuestro estado (prácticamente se ha doblado desde 2010) y Huesca vuelve a ser la provincia con mayor superficie con 33.228 ha (el 25 % de todo el estado). Le siguen las vecinas Lérida (27.654 ha) y Zaragoza (21.055 ha), lo que hace que Aragón sea también la comunidad autónoma con mayor extensión de maíz bt con 54.451 ha (40 %).
Todas las variedades transgénicas cultivadas para su comercialización que están autorizadas actualmente en España son variedades insecticidas, portadoras del evento MON 810 propiedad de la compañía Monsanto. Que por cierto está multinacional acaba de adquirir el ejército mercenario más grande del planeta, el “servicio” criminal de inteligencia Blackwate. Famoso por las matanzas de civiles en diferentes países en conflicto.
En el siguiente enlace puedes descargarte nuestro cuadernillo “Buenas razones para retirar las variedades de maíz MON 810 cultivadas en España”, donde podrás encontrar abundante información sobre los riesgos que estos cultivos tienen para los ecosistemas y la biodiversidad, la salud de las personas, los suelos…
Los cultivos transgénicos generan problemas sociales y ambientales para producir alimentos de muy baja calidad, cuando no tóxicos. El modelo agrario y de desarrollo rural que necesitamos en España y en Europa pasa, sin embargo, por las producciones de calidad y por un uso sostenible de los recursos naturales, adaptado a las necesidades de consumo de las poblaciones locales. El modelo agrario del futuro no es, por tanto, el modelo transgénico, sino uno basado en la Agroecología y en la Soberanía Alimentaria, esto es: en el derecho de los pueblos a decidir sobre su modelo agroalimentario, y a que éste adopte formas de manejo de los recursos naturales que sean socialmente justas, culturalmente apropiadas, y ecológicamente sustentables.
Queremos decidir nuestra alimentación. No queremos cultivos transgénicos
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