Un tren sin paradas no tiene sentido

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Miembros de CREFCO (Coordinadora por la Reapertura del Ferrocarril Canfranc Olorón) a la que pertenecemos, se han unido en rueda de prensa a los alcaldes de los siete pueblos en los que se suprimió la parada de uno de los dos trenes que circulan diariamente entre Zaragoza y Canfranc, para denunciar ante los medios informativos los problemas que dicha supresión plantea a sus habitantes y lo absurdo de la medida.

Estos pueblos se ven perjudicados seriamente por tal supresión al no poder realizar el viaje de ida y vuelta a Huesca y Zaragoza en el día. No están claras las razones para tal supresión, siendo más una incongruencia que una necesidad esa supresión. Se trata de un nuevo toque de atención de la situación de esta línea, por la mala gestión de la administración y empresas ferroviarias.

Desde 2013 el tren que sale por la mañana de Canfranc y vuelve por la tarde no para en Villanúa, Castiello de Jaca, Caldearenas, Anzánigo, La Peña, Riglos y Plasencia del Monte. Desde entonces los vecinos de esas localidades, en su mayoría de edad avanzada, no pueden utilizar el ferrocarril para desplazarse a Huesca o Zaragoza (para ir al médico o realizar cualquier gestión) y regresar en el día o, si lo utilizan, necesitan tres días.

La medida se adoptó en aplicación de una disposición del Ministerio de Fomento que pretendía reducir costes y tiempos de viaje en los trenes regionales. Pero se da la paradoja de que, como el tren sigue circulando, el coste es el mismo y el tiempo de viaje del que no para es similar o incluso superior al del que se detiene en todos los apeaderos. En suma: Un completo absurdo.

En la rueda de prensa se apuntó también la necesidad de invertir ya en la mejora de la línea (por la mayor parte de la cual los trenes no pueden superar los 60 o incluso los 50 km/h), de sustituir los “tamagochis” por otros trenes que den un servicio acorde con los tiempos y de dotar de un apartadero eficiente a la estación de Plasencia, para atender a una gran harinera allí instalada.

Crefco seguirá apoyando a los alcaldes de los pueblos afectados en las gestiones y movilizaciones que emprendan para conseguir un objetivo tan justo como obvio: Que un tren que está considerado “obligación de servicio público” preste servicio a las localidades por las que pasa.

(Texto Luis Granell)

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